El pH en las plantas, la guía definitiva

El pH en las plantas, la guía definitiva

La acidez o pH es una forma de expresar la concentración de iones de hidrógeno (H3O +), en una solución acuosa. El rango de pH es de 0 (ácido) a 14 (alcalino) con pH 7 como punto neutro. El pH del suelo y el agua de riego son aspectos clave de la nutrición de las plantas. El nivel de pH no tiene un efecto directo sobre la planta, pero afecta directamente la disponibilidad de nutrientes y alimento, por lo tanto, también afectará al crecimiento del cultivo. La escala de pH es la medida estándar de la acidez que fue desarrollada en 1909.

Medir y regular el pH del agua de riego es fundamental para mantener la salud de nuestras plantas.

¿Cómo medir los niveles de pH?

Los niveles de pH pueden ser calculados de diversas formas, unas más económicas, otras más precisas, otras más lentas y otras más rápidas. Puede parecer poco importante, pero medir la acidez del agua de riego es el primer truco que toda guía o manual de cultivo debe enseñar a sus lectores. Tiene sentido comprobar o medir el valor de pH anualmente y corregirlo si es necesario de los suelos de cultivo. El uso de productos fertilizantes N-P-K, enmiendas o la presencia de lluvia ácida en la región puede alterar los niveles de una temporada a otra. Cada técnica de medición del pH tiene sus ventajas e inconvenientes, pero es un valor sencillo de medir en pocos segundos y sin gastar mucho dinero. Depende las necesidades de cada jardinero recomendaremos un método u otro:

Laboratorio

Puede recoger una muestra de suelo y enviarla a algún laboratorio científico de análisis para que examine las muestras de suelo y le diga exactamente la calidad del suelo que quieres utilizar para cultivar. La ventaja de este método es que los resultados no pueden ser más precisos además de sacar más datos que utilizando medios más rudimentarios. Pero que un centro especializado mida el pH por ti también tiene sus inconvenientes, es posiblemente el método más caro pero el más preciso y necesita de más tiempo para conocer los resultados. Ideal para agricultores que quieren adquirir un nuevo terreno y necesitan estudiar las propiedades del sustrato antes de invertir el dinero.

Medidor de pH digital

Hay dispositivos en el mercado que te miden en cuestión de segundos los niveles de pH del suelo o alguna mezcla nutritiva del riego. Estos medidores se pueden comprar por menos de 30 euros los más baratos hasta más de 100 euros los dispositivos más profesionales. Con este método los resultados son visibles de forma digital, la precisión es exacta y tienes los resultados en poco tiempo sin depender de terceras personas o empresas. Existen modelos para medir el pH del suelo, pero también otros medidores digitales impermeables que pueden sumergirse para calcular el pH sel agua de riego.

Compra de tiras reactivas de pH

Existen pequeños botes con tiras reactivas para realizar tests rápidos que nos aproximen el valor del pH en pocos segundos. Son los equipos para medir pH más económicos y fáciles de usar en el mercado. La prueba se puede realizar sin conocimiento previo, únicamente deberemos unir el agua de riego con el líquido reactivo y comparar el color resultante en la tabla de valores que incluya el producto. Aunque los resultados no son tan exactos como los del laboratorio, son suficientes para determinar si el suelo del jardín es apto para el cultivo de la especie que tenemos en mente. Para medir el suelo necesitaremos agua destilada y una muestra que mezclaremos y mediremos.

Existen diferentes métodos para medir los niveles de acidez en el agua o en el suelo.

Medir el pH a ojo con observación

Otro método para determinar el valor de pH del suelo sin ningún aparato será el de identificar las malezas o malas hierbas que estén creciendo de forma natural en el terreno. Según el tipo de planta que sea y los valores que necesitan de pH para sobrevivir podremos hacernos una idea del tipo de suelo que tenemos enfrente aunque sea de forma aproximada. Una técnica gratuita pero que requiere de conocimientos previos, identificar el nombre de una planta cualquiera no es tarea sencilla.

Medir el pH de forma casera

Existen métodos caseros para medir aproximadamente los niveles de pH de forma completamente gratis en nuestra propia casa. Hay que tener en cuenta de que este es el método de medición más simple y menos preciso de todos por lo que no es recomendado para cultivos comerciales o de grandes dimensiones. Podemos hacerlo con materiales que todos tenemos en nuestro hogar.

Materiales necesarios:

• 2 vasos de plástico pequeños
• Vinagre 
• Bicarbonato de sodio 
• Agua

Pasos:

  1. Llena el primer vaso con vinagre hasta la mitad.
  2. Llena el segundo vaso con agua hasta la mitad.
  3. Disuelve 3 cucharadas grandes de bicarbonato de sodio en el segundo vaso con agua.
  4. Seleccione el punto del jardín donde desea calcular los niveles de pH y coge un puñado de tierra.
  5. Vierte la muestra de suelo en el vaso con el vinagre, si hace espuma el suelo es alcalino (pH> 7).
  6. Coge otra muestra de suelo y ahora viértela en el otro vaso, si sale espuma el suelo es ácido (pH <7).

En casa tenemos elementos para medir y regular el pH del agua en poco tiempo y sin apenas recursos económicos.

Diferentes valores de pH y su significado

Suelos ácidos (0 – 6,5 pH): Algunas especies de plantas necesitan un suelo ácido. El rododendro y otras plantas de los pantanos pertenecen a este grupo. Les encanta un valor de 4.5 a 5. Solo muy pocas especies de plantas crecen en el área fuertemente ácida.

Suelos neutrales (6,5 – 7,5 pH): El 7 está en el medio de la escala. Existe un equilibrio ácido equilibrado en el suelo. Los ácidos y las bases están presentes en cantidades iguales y se neutralizan entre sí. Muchas plantas prefieren un valor ligeramente ácido a ligeramente alcalino.

Suelos alcalinos (7.5-14 pH): Alcalino significa que el suelo es muy calcáreo. Solo hay una pequeña cantidad de plantas que pueden tolerar este valor. Solo unas pocas plantas especiales crecen en suelos con un valor de pH superior a 9

¿Cómo modificar el pH del cultivo?

Al preparar una solución nutritiva, el productor se asegura de que el pH del agua esté dentro de un cierto rango. Esta área será preferiblemente aquella en la que la planta disponga de más nutrientes. Cambiar el pH de la solución fertilizante utilizada para el riego es de lo más sencillo ya que se puede reducir agregando un ácido o aumentar mezclando una base. En el merado existen cientos de productos respetuosos con el medio ambiente capaces de modificar al gusto los niveles de pH del agua de riego en cuestión de segundos y con unas pocas gotas.

En caso de modificar el pH del suelo las cosas se complican un poco más. Se puede adaptar a las necesidades de las plantas añadiendo cal (si es demasiado ácido) o añadiendo sustitutos de turba (si es demasiado alcalino). Otra forma de reducir el pH del suelo del jardín es compostar ciertas plantas o utilizar humus de corteza. Reduciremos los niveles de pH a la vez que dotamos de nutrientes al suelo y las raíces. Hay que considerar el hecho de que las propias raíces pueden alterar los niveles de pH en el suelo. Ácidos como el ácido cítrico, el ácido oxálico y el ácido málico están presentes en grandes cantidades en las células de las raíces. Estos elementos pueden afectar el pH del suelo, pero la intensidad de este efecto variará de una especie a otra.

El método más agresivo para bajar el pH del suelo es agregar azufre pedregoso. Agregar piedra caliza es el método más simple para aumentar el pH del suelo. La piedra caliza se compone de carbonato de calcio (tiza) o carbonato de magnesio.

¿Qué pasa si el pH es muy alto?

Un valor de pH elevado (por encima de 7,5) puede tener consecuencias negativas. El suministro nutrientes importantes como el fósforo, magnesio y hierro se verá reducido drásticamente, provocando deficiencias en nuestro jardín. En suelos neutrales tirando a ligeramente alcalinos, algunos elementos imprescindibles para las plantas pueden quedar obstruidos y no estar disponibles para las raíces como el manganeso, cobre, zinc y boro. A valores de pH de 7 o más, menos del 50% del hierro (Fe) estará disponible para las plantas y aumenta aún más hasta los pH 8.0, solo quedará una pequeña cantidad de Fe en solución debido a la precipitación con hidróxido de hierro provocando clorosis acentuada en las hojas.

Los niveles descontrolados de pH causan problemas nutricionales graves en las plantas de nuestro jardín.

¿Qué pasa si el pH es muy bajo?

En suelos muy ácidos, se reduce la solubilidad del fósforo y la del calcio. Niveles bajos de pH pueden inhibir la actividad de las bacterias que degradan la materia orgánica del suelo. Si las bacterias, hongos micorrízicos y microorganismos desaparecen se paraliza la descomposición de la materia orgánica, lo que resulta en la no liberación de nutrientes al suelo, especialmente nitrógeno, que queda atrapado.

El suelo ácido (pH 4.0-5.0 ) puede tener altas concentraciones de aluminio, manganeso y hierro solubles, que pueden ser tóxicos para el crecimiento de ciertas plantas además de contaminar los frutos y alimentos resultantes. Halando en plata, cuanto más ácido es el suelo, menos nutrientes están disponibles para las plantas.  Si el pH del suelo cae por debajo de 5.0, las plantas detienen su metabolismo, reduciendo su crecimiento e incuso paralizándolo por completo. La acidificación del suelo también afecta el crecimiento de las raíces. La acidificación del apoplasto es probablemente decisiva para el crecimiento en longitud de las células vegetales. 

¿Qué pH necesita cada tipo de planta?

La mayoría de las plantas prefieren un ambiente ligeramente ácido a ligeramente alcalino (pH 6 a 7,5) pero cada una rendirá mejor en ciertos niveles dependiendo la genética. En la siguiente tabla nombraremos las especies más comunes de vegetales, verduras y hortalizas con los rangos de pH óptimos para obtener la cosecha más abundante y sabrosa posible. Aconsejamos escoger la planta que más se ajuste a tu tipo de suelo para que el cultivo sea lo más rentable posible:

  • Arándano: 4.5
  • Mora: 6.0
  • Fresa: 6.5
  • Frambuesa: 6.0
  • Grosella: 6,75
  • Azaleas: 4.5
  • Hiedra: 6,75
  • Helechos: 5.25
  • Lila: 6,75
  • Rododendro: 4.5
  • Manzana: 6,75
  • Pera: 6,75
  • Cereza: 6,75
  • Melocotón: 6,75
  • Ciruela: 7.5
  • Membrillo: 6,75
  • Nuez: 6,75
  • Almendras: 6.5
  • Avellana: 6.2
  • Papas: 5.25
  • Nabos: 6.0
  • Trébol: 6.2
  • Rábano: 7.5
  • Coliflor: 6,75
  • Frijoles: 6.25
  • Endibia: 6,75
  • Col rizada: 6,75
  • Pepinos: 6,75
  • Ajo: 6,75
  • Calabaza: 6.0
  • Acelga: 6,75
  • Zanahorias: 6,75
  • Perejil: 6,75
  • Puerro: 6,75
  • Coles de Bruselas: 7.0
  • Repollo rojo: 6,75
  • Lechuga Iceberg: 6,75
  • Apio: 6,75
  • Espárragos: 7.5
  • Espinacas: 6,75
  • Tomates: 6.0
  • Sandías: 6.0
  • Cebollas: 6,75
  • Crisantemos: 6,75
  • Fucsias: 5.5
  • Margarita: 6.0
  • Geranios: 7.5
  • Hortensias: 4.5
  • Jacintos: 6,75
  • Azafrán: 6,75
  • Lirios: 6.0
  • Altramuces: 6.0
  • Margaritas: 6,75
  • Clavos de olor: 6,75
  • Narcisos: 6.0
  • Petunias: 7.5
  • Rosas: 6,75
  • Girasoles: 6,75
  • Tulipanes: 6,75
  • Violeta: 6,75
  • Guisantes dulces: 7.5

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